Conviviendo con mis “Dramas”

Objeto de Barata

Una vez me «enamoré» de un chico 9 años menor que yo. Ya no sé si me enamoré o me ilusioné, a estas alturas me da igual
 
Este «enamoramiento» coincidió con mi primer viaje a España en el cual, como ya saben quienes han leído posts anteriores, estaba buscando un nuevo rumbo de vida.
 
Los dos estuvimos de acuerdo que lo nuestro sería momentáneo (duró 5 meses) y es así que decidimos no mantener comunicación mientras yo estuviera en España… ¡Después ya se vería!
 
Cuando me tuve que ir, yo juraba que estaba lista para decir: “Adiós, Adiós y que te vaya bien”. Él siguió escribiéndome a pesar de “nuestro acuerdo”, y yo estaba más que feliz que lo hiciera. Finalmente nos dimos cuenta que queríamos “intentarlo” (lo sé, perdí toda la lógica y razón de una mujer experimentada de casi 34 años, jajajaja).
 
Sin embargo, debido una conversación casual que tuvimos, reconfirmé que estábamos en caminos diferentes. Así que, con muchísimo dolor, le escribí un texto para enviárselo al día siguiente (ese día era su cumpleaños y no era el momento), en donde le decía básicamente que «Yo no iba a aceptar menos de lo que quería y merecía»
 
Cuando desperté tenía un mensaje de él que decía lo siguiente: “No tengo nada que ofrecerte y no puedo tolerar que una chica como tú, se adapte a un estilo de vida como el mío».  (No creo en las coincidencias, pero sí en la energía y sus diferentes conexiones,).
 
A pesar del shock de despertar y ver ese mensaje, inmediatamente, hice copy – paste de lo que yo le había escrito (mujer precavida vale por 2). Obvio, lo precavida no pudo evitar las lágrimas de ese momento y tampoco las que vinieron las siguientes semanas (créanme lo intenté, pero tenían vida propia).
 
Llorar por él fue una de las cosas más saludables que hice después de mucho tiempo (durante muchos años construí una muralla anti dolor) y ese malestar y desilusión me ayudaron a centrarme en mi presente.
 
Estaba en España tratando de encontrar respuestas a mi vida y toda mi energía la estaba invirtiendo sólo en pensar en regresar a Perú porque quería estar con él. Queda claro que no puedes lograr algo si tu energía está centrada en otra cosa. La vida me obligó a cambiar el foco y a recordarme lo que quería y merecía. 
 
Así que por favor, por favorrrrrr no se olviden:  ¡Nuestro amor no es objeto de barata, nuestro amor vale lo que nosotros queremos y merecemos que valga! ¡Nosotr@s ponemos el precio, finalmente para eso somos l@s dueñ@s de la tienda ¿no?!
 
 

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Hola soy Karina.
Soy licenciada en Psicología de la Pontificia Universidad Católica del Perú y estoy certificada como Experta en Psicología Positiva. Si tienes alguna consulta no dudes en ponerte en contacto conmigo.

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