Hace dos años que vivo en España, hace dos años que decidí dejar mi vida “cómoda” en mi país para vivir una vida más acorde a lo que quería.
Sabía que el primer año sería difícil pero según mis planes a los dos años ya estaría más asentada y con cierta estabilidad… Bueno, bueno, dos años después vuelvo a vivir en el mismo lugar donde todo empezó y siento como que estoy volviendo a empezar (literal).
Por alguna razón, El Puerto de Santa María se ha vuelto ese lugar seguro (acá vive mi madre) que me acoge cuando lo necesito y que me permite desconectar, para volver a reconectar con mi esencia, para luego planificar y ejecutar aquello que deseo.
Pero es en medio de todo este proceso donde me vuelvo a encontrar de manera muy cercana con mis miedos, aquellos mismos miedos de hace dos años y seguramente son esos mismos miedos que me han acompañado a lo largo de mi vida y que han generado en mí ciertos patrones de conducta limitantes y de autosabotaje.
Y esto es en lo que me quiero centrar ¿qué tanto conocemos nuestros miedos?, ¿sabemos qué patrones estamos repitiendo que nos están perjudicando mas que ayudando? y principalmente: ¿hemos identificado la raíz de ellos?
En mi opinión, identificar a nuestros miedos, primero, nos ayuda a reconocer una herida, algo que nos hizo sufrir antes y frente a lo cual hemos desarrollado ciertos mecanismos de defensa.
Eso mismo hace que se hayan instaurado ciertos patrones de conducta desde la “acción” o desde la “evasión”, todo con la finalidad de no volver a pasar por lo mismo, es decir sentimos que debemos seguir protegiéndonos.
Es en este punto, en el cual, creo yo, además de identificar miedos y conductas limitantes, es de crucial importancia tratar de indagar acerca de la raíz de esos miedos: ¿son heredados?, ¿se instaurauraon por crianza?, ¿son producto de un trauma?, ¿por qué o de qué me tenía que defender en ese momento?.
¿Por qué es tan importante hacernos conscientes de esto?, porque creo yo, que respondiendo estas preguntas, nos daremos cuenta que muchos de estos miedos han sido instaurados (quizás por protección, traumas, negligencia, etc) y ahora como adultxs ya no nos pertenecen.
Aquello que en algún momento nos protegió y nos cuidó, ahora nos limita.
Los invito a tratar de responder todas estas preguntas y después de eso plantearnos lo siguiente: ¿Qué voy a hacer ahora que soy consciente de mis principales miedos?, ¿Cuál es el siguiente paso ahora que sé que soy yo la principal persona que se limita en lograr aquello que desea?
A mover el culo señorxs, que ya vemos que si bien hay variables fuera de nuestro control, hay muchas otras que dependen solo de nosotrxs. ¿Qué les parece si empezamos por ellas?